07/junio/14.-Lillián Viveros pone voz y cuerpo a una Juana que rebusca entre el recuerdo y la desesperación para entender una vida impuesta por las necesidades de un Estado. El grito desgarrador de quien sobrevivió a los que tejieron su locura.
El Teatro de Cámara “Fernando Saavedra” fue testigo la noche de ayer de una obra que mezcla el amor y desamor, ternura, crudeza, dolor y pasión. En donde participan los jóvenes actores Luis Fernando Mata Licón y Andrés Mendoza Chávez como espectros.
Bajo la dirección escénica de Georgina Ayub; Araceli Hernández en producción técnica; Daniela Torres en asistente de dirección; Fidel Tena Chavez y Sonia Faudoa en escenografía y Lilian Viveros en vestuario y maquillaje. Y Terceto Lontano en la música.
“Juana la loca, la reina que no quiso reinar”, texto original de Jesús Carazo, es el imaginado y emocionante testimonio de Juana I de Castilla, más conocida como Juana la loca. Hija de los Reyes Católicos, fue casada de adolescente contra su voluntad y después encerrada durante 46 años por la única locura de ser mujer antes que reina y defender el amor por encima del poder.
La acción se desarrolla en una de las noches de esos 46 años de reclusión, en el convento donde yacía su esposo Felipe el Hermoso, próximo a la torre de Tordesillas en la que ella había sido aislada, y donde cuentan las crónicas que sus carceleros le permitían deambular.