08/02/20.-Martin Chávez “Makawi” de profundas raíces rarámuris explicó que su vida fue al lado de los pinos y de la fauna serrana de Chihuahua.
En una conferencia “Cosmovisión Rarámuri” en el Museo Tarike en esta capital, dijo para que te conectes con la naturaleza tienes que bailar descalzo, levantar ese polvo y es polvo tomarlo, no pasa nada porque es medicina, todo es medicina hasta las palabras, los jóvenes rarámuris no creen en eso.
Principalmente el rarámuri al despertar lo que ven primero es como está el sol, al ver al sol lo saludamos, dándole o pidiendo fuerza para el camino de las enseñanzas con nuestra madre tierra, con las plantas, con los animales, con el viento, con todo lo que tiene la madre tierra.
Relató que su nombre Makawi no es su nombre así, es porque tengo un compromiso con el pueblo del mundo, con la tierra, con el bosque, con los animales, con mis hermanos rarámuris. Este nombre me lo dio un apache, en uno de sus sueños.
“Makawi” mencionó no nació en ningún hospital, mi mamá no habla español, mi mamá me tiró bajo un pino y ese pino lo conservo, porque ese pino me escuchó por primera vez y me dijo: levántate y llora. Ese pino es mi gran camino a la sabiduría, por eso hablo de los pinos, creo que nos pueden ayudar mucho a comprender y entender lo que es vivir en esta tierra.
Expresó que los abuelos siempre al llegar a un manantial con mucho respeto, le dijeron: “aquí no vas a tomar el agua no porque llegues en el momento, hay que esperar, se va a levantar un molino eso quiere decir que es el espíritu del agua que te está dando permiso, vas hacer una crucecita en la frente, en los hombros y en el pecho terminando en la cabeza. Después cuando ya pongas todas esas cruces en el cuerpo empiezas a tomar”.
Para nosotros la Luna es nuestra madre, pero relatan también los más antiguos que la luna es padre y el sol la madre, son relatos que con el tiempo se han ido modificando, quizás, cuando llegó la Iglesia Católica a la Sierra Tarahumara con los rarámuris o con los pueblos originarios, ahí fue cuando modificaron que la luna es mamá y el sol es papá. Por eso es tan importante para el mundo rarámuri cuando uno se va de esta naturaleza, el espíritu sube y se convierte en estrellas, por eso miran desde arriba lo que hacemos acá abajo.
Las estrellas son como nuestros soldados, para que ellas nos cuiden de noche. En la cultura mestiza le llaman estrellas fugaces, para el mundo rarámiri es como una flecha que le tira al mal, por eso la danza del Yumari es la conexión espiritual con la tierra.
Martin Chávez presentó “El Principito” cuya obra él tradujo al rarámuri en la Feria del Libro 2019.
«Makawi» es un poeta, traductor, músico y promotor cultural rarámuri. Nació en la comunidad tarahumara de Ipó, en el ejido de Basiware, municipio de Guachochi. Es considerado como un principal difusor de la cultura tarahumara.
Al final de la conferencia recitó un poema que le gustaba mucho a su amigo Enrique Servín al cual se lo dedico.