Con 10 pesitos iban al cine con su novia a ver a Pedro Infante y a Frank Sinatra

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Con 10 pesitos iban al cine con su novia a ver a Pedro Infante y a Frank Sinatra

Periódico Tercera Edad de la edición 2017

 

Una de las figuras de mayor relevancia en el espectáculo de Chihuahua era la de Pedro Infante. Sus películas causaron siempre un gran impacto, y las salas donde se exhibían acusaban llenos totales.

Y no solo era Infante, también era Jorge Negrete, Luis Aguilar, y por el lado femenino María Félix, Dolores del Río y la chihuahuense Elsa Aguirre.

Los cines ofrecían quizá el único espectáculo popular que existía en Chihuahua hace 30 o 40 años. El cine Plaza por ejemplo era un edificio bien montado, elegante, con un juego de luces en el vestíbulo, grandes cortinas y una enorme fuente de sodas donde encontraba usted los mayores manjares tanto de dulces como de chocolates. Y también estaba el cine Colonial, el Variedades, en escala el Alcázar, el Estrella y el Azteca.

Las funciones principiaban a la una de la tarde domingos, generalmente se promovían las clásicas “Premier” que no eran más que películas nuevas con el actor del momento, “Escuela de vagabundos” con Pedro Infante y Miroslava provocaba los llenos inmediatos, al igual que “El siete machos” de Cantinflas, o las de Tin Tan o “El Ametralladora” de Negrete o poquito más atrás “Doña Diabla» con la hermosísima María Félix, Julián Soler y María Elena Marques.

Todos esos recintos desaparecieron para dar lugar a las salas VIP donde en un mismo edificio operan 8 o 10 cinematógrafos con diferente programación. Sin embargo en el pasado el cine era todo un espectáculo y el espectador dedicaba toda la tarde del domingo o el sábado o entre semana para disfrutar un estreno y una película norteamericana con Humphrey Bogart o Ava Gardner, etc.

La vida de los grandes cines murió ya. El último que queda es el cine Colonial que fue transformado por el municipio en Teatro pero debió suprimirse la galería para darle mayor belleza y confort al público que disfruta de los espectáculos que ahí se ofrecen frecuentemente.

El cine Variedades de la avenida Juárez se transformó en una mueblería, el Alcázar y el Estrella desaparecieron por completo para ser utilizados sus terrenos en estacionamiento y hotel.

El cine Azteca también fue transformado en un banco que utilizó su fachada con motivos precolombino.

Esa ha sido pues la historia de los cines en Chihuahua en su última etapa. Las películas se proyectaban y con cierta frecuencia se suspendía la función porque las citas se quemaba por el calor de los focos que proyectaba la imagen en la pantalla generalmente de un material luminoso.

Con diez pesitos la pareja de novios se metía al cine y les alcanzaba para comprarse un paquete de palomitas y algunos dulces.

El antecedente de ese tipo de edificios fue sin duda alguna el Teatro de los Héroes que sucumbió por un incendio. Ese edificio servía como teatro, como sede de eventos públicos importantes y a últimas fechas como el salón donde se proyectaban películas.

Todavía recuerdan que el edifico aquel, en sus extremos albergaba el archivo del Estado, la imprenta de gobierno, etc. que todo aquello se destruyó con el incendio aquel 17 de julio de 1955.