11/05/21.-El norte de México –especialmente Chihuahua– a pesar de que por muchos años permaneció invisibilizado en materia arqueológica, cada vez tiene más investigaciones que salen a la luz en temas como la cultura Casas Grandes, la Jornada Mogollón, las casas acantilado, la Sierra Tarahumara, el Bolsón de Mapimí, los motivos rupestres, los vestigios del Camino Real de Tierra Adentro, entre otros temas de interés arqueológico e histórico.
Conformado por un grupo de siete arqueólogos (Rafael Cruz, Eduardo Gamboa, Enrique Chacón, Francisco Zúñiga, Alberto Peña, América Malbrán y Víctor Ortega), el Centro INAH Chihuahua lleva a cabo distintos proyectos de investigación como el de este último especialista, quien desde 2019 desarrolla el registro de sitios arqueológicos y arte rupestre en el Bolsón de Mapimí, así como una investigación histórica sobre las primeras entradas de los españoles durante el siglo XVI en el noroeste de México.
“El trabajo de investigación ha sido constante tanto por parte de instituciones nacionales como extranjeras. Chihuahua ha sido de los pocos estados norteños que han recibido atención gracias a los vestigios arqueológicos de la cultura Casas Grandes […] De unas décadas a la fecha, empezamos a entender un poco mejor a las culturas del norte mexicano gracias a un creciente número de proyectos”, explica Víctor Ortega.
Por su parte, la arqueóloga América Malbrán pone especial énfasis en la arqueología histórica, principalmente desde los sitios que atraviesan el Camino Real de Tierra Adentro, a la par que organiza el Seminario Permanente Caminería, Arrieros y Rutas de Comercio.
Malbrán asegura que el estado tiene una gran herencia histórica y que el trabajo del Centro INAH Chihuahua en materia arqueológica es monumental: “Cuesta trabajo hacer recuperación arqueológica por la idea de que aquí no hay nada, pero hay mucho, y es poco lo que sabemos a pesar del gran trabajo de quienes hemos participado en esta región para desentrañar un poco de la historia que va más allá de lo conocido”.
Comenta que, además de que el trabajo arqueológico es apasionante y cada vez son más las mujeres que estudian esta disciplina, “su importancia social consiste en la recuperación de la memoria, del patrimonio y de nuestra historia completa, un punto fundamental para saber hacia dónde vamos”.
En este sentido, Víctor Ortega agrega que “la arqueología es una profesión que requiere de un gran compromiso por parte de quienes la practican, y no un entretenimiento ocasional como parece desprenderse de la imagen pública”, además subraya que no puede tomarse como un empleo más, pues es una forma de vida con muchas satisfacciones y aprendizajes.
Cabe señalar que el pasado 3 de mayo se conmemoró el Día del Arqueólogo y la Arqueóloga, momento idóneo para reflexionar sobre el quehacer de esta disciplina en Chihuahua y para reconocer el trabajo de quienes dedican su vida a este estudio.