La dicha de reencontrarnos

 

 

Por : Yolanda Joannis Fierro

Periódico impreso de la Tercera Edad

Septiembre/2017

 

La dicha de reencontrarnos

Hace dos años decidimos juntamos un grupo de primas del lado paterno e ir a visitar a mi hermana que vive en la ciudad de Puebla.

Aunque hacía muchos años que no nos tratábamos íntimamente, la oportunidad era ir a turistear en tan bella y colonial ciudad. Pasamos un fin de semana estupendo, pues además de visitar todos los principales lugares turísticos, y recibir la atención de nuestra anfitriona, fue naciendo una afinidad entre nosotras.

A pesar de que hubo cuatro sobrinas aparte de las primas, (otra generación) se despertó una química muy especial.

El año pasado nos recibió otra sobrina en Casas Grandes, con la misma suerte de ser atendidas con un especial esmero, en donde se adhirieron una de nuestras primas y dos sobrinas más.

Hoy nos toca recibir aquí en Chihuahua a 11 de ellas que, junto con las 7 anfitrionas, seremos 18. Estamos tan emocionadas como cuando éramos jovencitas y esperábamos con ansia alguna fiesta o boda. Con excepción de las sobrinas, somos mujeres maduras, la mayoría de la tercera edad. Nos vemos como somos, más grandes, más maduras, con nuestras caras con arrugas, pero aun guapas.

Ha sido una experiencia tan bonita que cuando estamos en la intimidad de la conversación, abrimos nuestras vidas y experiencias, buenas o malas, que hemos tenido a través de tantos años. Con la madurez que nos han dado los años, tratamos de no juzgamos, sino comprendernos y creo que lo hemos logrado, a pesar de tener cada una de nosotras una vida totalmente opuesta en muchos renglones.

También nos reímos mucho, nos acordamos de nuestra época de juventud, y quien nos ve de lejos, pensara que estamos un poco locas. Si, somos adultas mayores y también somos parte de nuestra niñez, somos bromistas y somos serias. Queremos damos el lujo de ser felices ahora…

Y como dice José Luis Borges en su poesía «Con el Tiempo»

“Con el tiempo uno aprende a construir todos sus caminos en el hoy, porque el terreno de mañana es demasiado inseguro para planes y los frutos tienen una forma de caerse en la mitad”.

Damos gracias a la vida que nos permite todavía poder viajar y disfrutar plenamente esta reunión anual.