Recopilación de las notas más relevantes del Periódico Impreso Tercera Edad que circuló por mas de 20 años
Anecdotario del Hotel Palacio Hilton ( Parte 2)
-El hotel que hospedaba a los presidentes de la República
-Olga Guillott, Rebeca, Chabela Duran y Gloria laso y el “Loco” Valdez
– Doña Riña Alberti Brunatti una condesa huésped distinguida
Por: Oscar Hernández Licón
Periódico Tercera Edad del año 2002
En la cafetería Diana de mi buen amigo Carlos Gazca, platicábamos con Agustín Flores Ochoa que fue jefe del bar del Holtel Hilton desde 1960 hasta que el hotel cerró sus puertas, por los setentas.
Agustín ingreso al hotel directamente al bar en 1948, siendo sus jefes Don Pepe Terrazas y Don Antonio Gutiérrez, expertos cantineros traídos especialmente al hotel, desde Los Ángeles, California y comenta el compañero Agustín:
“Vivimos infinidad de anécdotas; conocimos mucho con los agentes viajeros, especialmente los de venta de calzado y entre ellos estuvo o el mas bromista que fue Enrique Álvarez, esposo de María Félix, siempre traía novedades, tenedores y cuchillos de hule, unos huevos estrellados que parecían auténticos, en la cocina los arreglaban con ensalada y se los obsequiaba a sus compañeros los cuales se desesperaban al no poder cortarlos”. “Traía una simulación perfecta de un vomito, que sin que lo vieran, lo ponía al lado de su vecino de asiento quien, al descubrirlo, hacia el natural gesto de asco”.
“Yo ya sabía de esas bromas, pero una vez dejo, cerca de mi en la barra un bonito libro con tapa de aluminio que decía en ingles “Desnudos Artísticos” , el se retiro de la barra; no aguante la curiosidad y al abrirlo recibí un tremendo toquezote y el riéndose me dijo “Caíste chato caíste””.
“La presencia del del Doctor de odontología Harold Shelton todos los días, a las cinco de la tarde, fue un habito de años, tomaba dos tequilitas y dos cervezas y se iba, pero le gustaba jugar las copas con los dados, cuando ganaba, decía “ahí duele, mi hijo, ahí duele”.
“Ayudo mucho a los empleados del hotel, ante de todo a los boxeadores, permaneció a un club de cuenta chiste de Estados Unidos y hubo ocasiones en que telefoneo, desde Vallejo, California al bar para contarnos algún chiste”.
“Los jueves sesionaba el club Rotarlo e hicimos buenas amistades incluyendo a los periodistas Andrés Páez Chavira, el profesor José Meixueiro y sus hijos Claudio y Rafael, que cubrían el evento” “Se efectuaron banquetes para presidentes de la república, para ex alumnos del Colegio Militar, sesiones del Club Sorosis. bodas había de 6 a 8 por mes”.
“Hubo varios cocineros españoles, pero para mí el mejor fue un suizo (Antonio Woker) políglota (cinco idiomas) graduado en la Escuela Hotelera de Suiza: era una maravilla ver cuando apagaban las luces del comedor, para servir sus platillos flameados; de esa su escuela, aprendieron las buenas cocineras Lupita Morales, Andreíta Casto y otras”.
“La condesa italiana. Doña Riña Alberti Brunati. vivió en dos habitaciones que le pagaba el Gobierno en ocasiones, ella misma cocinaba platillos especiales italianos e invitaba a comer a destacados políticos”.
“Don Pancho Anguiano, gerente del Banco Mercantil y reconocido groumet. Vivió en el penthouse; conocía menús de Estados Unidos, Europa y México. En una ocasión, los empleados del bar, preparamos para nosotros, tripitas de borrego con salsa y tortillas; al pasar por el pasillo el olor lo atrajo y preguntó ¡Que bien huele! ¿qué comen, Agustín?, le ofrecimos y al comerlo dijo: «mmm, esto no lo cambio por nada del mundo ¡que sabroso!
“Las inolvidables variedades con : Olga Guillot, Rebeca, Chabela Durán, Gloria Laso, muy profesionales; la acompañó Kiko Ríos y su conjunto pero, debieron ensayar como diez horas, Loco Valdez, Mario Alberto Rodríguez, y un gran etc” “Claro que, como en todo bar, no,, faltaron diferencias pleitos entre gente pudiente y una tragedia que estuve cerca de los protagonistas”.
“Inolvidables los domingos, de una a las seis de la tarde, en la Hora Alegre en que la sociedad chihuahuense disfrutaba el buen comer y el bien bailar con las orquestas de Manuel de León, Miguel Muñoz Chava Texeda, Kiko Riós, que interpretaban la bonita música de las grandes bandas”.
Y el compañero Agustín, quedó de contamos más anécdotas vividas en aquel bello y legendario Hotel Palacio Hilton.