24/julio/15.-El autor de dos de los murales que se exhiben en la Sala de Carruajes del Castillo de Chapultepec y uno de los máximos exponentes de la plástica mexicana, Antonio González Orozco inauguró la exposición retrospectiva “El Chihuahuense Antonio González Orozco, Uno de los Grandes Muralistas Mexicanos”, que se compone de pinturas originales, esculturas en bronce de pequeño formato, bocetos de un mural, objetos y herramientas del maestro muralista.
Estuvieron en el presídium la directora de Casa Chihuahua, María Isabel Sen Venero; Salvador Miranda Duarte, Secretario Ejecutivo del Director de Fideicomiso Casa Chihuahua; Con la representación del Presidente Municipal de Chihuahua, Alberto Ávila Cisneros , director de Instituto de Cultura del Municipio, en representación del Secretario de Educacion,Cultura y Deporte, Sergio Reaza, director del Instituto Chihuahuense de la Cultura y en la presentación del gobernador de Chihuahua, Jaime Ramón Herrera Corra, Secretario de Hacienda.
Quien fuera uno de los discípulos de Diego Rivera en San Carlos, el Mtro. González mencionó que este arte está vivo y así seguirá mientras el hombre no desaparezca de la faz de la Tierra. El muralismo tiene que seguir, con sus altas y bajas. Siempre habrá artistas que se ocupen de trabajar el mural.
La directora de Casa Chihuahua dijo “Hoy nos estamos encontrando nuevamente con ese chihuahuense, que esta tierra mando muy lejos para hacerse famoso y lograr victoria”.
Además agradeció a todos los que intervinieron en esta exposición en especial al Mtr. Jesús Vargas, que fue el primero que los puso en contacto.
Antonio González Orozco nació en la ciudad de Chihuahua, en el año de 1933, desde muy joven tuvo sus primeros acercamientos a la pintura ya que Leandro Carreón Nájera, pintor chihuahuense que fue amigo de su padre, le permitía pasar tiempo ayudándolo en su oficio con actividades muy sencillas como lavar los pinceles y ordenar los materiales, fue él quien lo impulsó a abandonar su ciudad natal para adentrarse en el mundo del arte, de tal forma que González Orozco realizó sus estudios en la Escuela Nacional de Artes Plásticas de la Academia de San Carlos (UNAM), de 1953 a 1958, periodo en el que conoció a Diego Rivera, con quien tuvo la oportunidad de aprender la técnica del muralismo, lo describe como una de las más interesantes personas que ha conocido, con gran experiencia y conocimiento en la pintura y que “lo que no sabía lo inventaba”. Desde entonces es dibujante, pintor de caballete, escultor y muralista. Su obra se exhibió por primera vez en 1960 en una exposición organizada por la Universidad de Chihuahua y hasta la fecha se ha presentado en varios países como Estados Unidos, Canadá, Polonia y Rumania.
Sus principales murales son los que se encuentran en el Museo Nacional de Historia del Castillo de Chapultepec, en la ciudad de México, que se titulan “Entrada de Juárez a la ciudad de México” y “Juárez, símbolo de la República frente a la intervención francesa”, este último alcanzó una gran trascendencia debido a que se imprimió durante 17 años en la portada del libro de Historia para quinto grado de primaria, editado por la SEP, siendo reproducido más de 167 millones de veces. Otro de sus grandes murales “Madero: la Revolución de 1910” mide más de 15 metros de longitud y se encuentra en la casa que habitó Francisco I. Madero en San Pedro de las Colonias, Coahuila. También el Hospital de Jesús en la ciudad de México, cuenta con un mural del artista chihuahuense, titulado “Historia de la Medicina en México”.
En 2014 recibió la Medalla al Mérito en Artes 2013, que otorga la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, ha sido honrado en muchas otras ocasiones y a sus más de 80 años regresará a su ciudad natal este jueves para inaugurar en Casa Chihuahua esta exposición, en la que se intenta hacer una analogía entre su obra mural y su pintura de caballete.
La exposición estará del 24 de julio al 26 de octubre de 2015.
