21/10/22.-Emotiva presentación de la exposición “Rio de Vida” de Diego Valles, la noche del pasado jueves en Casa Chihuahua.
Estuvieron en el presídium Elia Fernández Martínez, directora de Casa Chihuahua; Velia Rojas Zambrano, Promotora de la Cultura Mexicana A. C.; Joni Barajas, directora de FODARCH; José Pedro Gaytán, invitado especial y el expositor de la obra Diego Valles.
El expositor es un alfarero de Mata Ortiz en Chihuahua, México. Su pasión es trabajar con el barro, influenciado no solo por la antigua cerámica de Paquimé sino también por la naturaleza y la música para dar origen a sus creaciones.
Durante la presentación , el artista logro tocar las fibras sentimentales de los espectadores, logrando una ovación de aplausos por varios minutos.
Río de Vida es una oda al río que lo vio crecer y el cual permitió el establecimiento de la gran cultura de Casas Grandes, la milenaria herencia histórica y cultural de la cual nos orgullecemos en Chihuahua y en México ante el mundo. El río creó las bases sustentables para el florecimiento de la gran ciudad de Paquimé y de esta surgió a la vez una de las más hermosas expresiones de cerámica en el mundo. La prehispánica cerámica de Casas Grandes, a su vez, sirvió de inspiración para el nacimiento de uno de los movimientos artísticos contemporáneos en barro más relevantes del último siglo en México, la cerámica de Mata Ortiz.
De éstas dos, Diego ha sabido abstraer su esencia y espíritu para imprimirles su sello personal de una manera mágica y contemporánea. Sus líneas y diseños abstractos se mezclan a la perfección con las formas que crea con el barro de la región para crear un simbolismo y un mensaje vibrante que, aunque no necesariamente evidente logra tocar al espectador a través de su innegable belleza.
En Río de Vida, Diego compila una serie de piezas y fotografías que han sido inspiradas en sus paseos por el río, los objetos y piedras que arrastra y, las formaciones rocosas y de arena que ha moldeado a través de la existencia.
El río ha servido de inspiración no solo con la naturaleza, también con la fuerza y transformación que reside en ella y con la que día a día se nutre este rincón del desierto chihuahuense.