A pesar de las bajas temperaturas el público no dejo de acudir a presenciar, la obra la Golondrina y su Príncipe en el Foro del El Palomar.
Hasta ahora los espacios quedaron saturados, del público interesado en disfrutar la belleza de la pieza musical que ha interesado al público chihuahuense y su región.
La primera etapa finalizó este fin de semana de cuatro, con un éxito absoluto, a pesar a juzgar por el número de concurrente en las tres funciones fueron 13, 500 personas.
De nueva cuenta se pudo observar en todos los lugares de distribución de boletos, largas filas para obtener, el acceso para el próximo fin de semana los días 11, 12 y 13 de noviembre.
Donde se pueden obtener de forma gratuita los boletos son en el Teatro de los Héroes, que esta en la avenida División del Norte 2301; Feria de Santa Rita que se localiza en Francisco Portillo 1829, colonia Villa Juárez; Casa Chihuahua en calle Libertad 901, atrás del Palacio de Gobierno de Chihuahua; Centro Comunitario Villa Juárez, calle Tercera, colonia Villa Juárez; en el Centro Deportivo Tricentenario, avenida Homero 330, colonia Revolución y en el Teatro de la Ciudad, calle Ojinaga 106, zona Centro.
Las próximas funciones serán el 11, 12, 13, 18,19,20, 25,26,27 de noviembre y 2,3 y 4 de diciembre.
La música, letras, libretos y orquestaciones es de Alberto Espino; Adriana Rodríguez en la producción y concebido y dirigido por Alberto Espino.
Oscar Wilde, como narrador de la historia, nos presenta una ciudad fantástica europea del siglo XIX en la estética del steampunk, donde la diferencia entre las clases sociales es muy pronunciada. En el centro de la ciudad se erige la estatua de «El príncipe feliz», esculpida en honor a un joven príncipe que vivió y murió rodeado de lujos, ajeno a las desgracias de su pueblo, y cuyo espíritu, según cuenta una leyenda, se encuentra atrapado en la estatua.
Una noche, una pequeña golondrina llega a dicha ciudad, al separarse de su parvada, que ya se ha ido hacia el sur en una migración postnupcial. Busca refugio a los pies de la estatua cuando se percata de que el príncipe está llorando, pues ahora que es una estatua, puede observar el sufrimiento de la gente a causa de la pobreza.
Con la ayuda de su nueva amiga voladora, podrá ayudarles. Y así, poco a poco, el príncipe y la golondrina descubrirán su camino, la afirmación de su esencia y el surgimiento de un gran amor.