17/Junio/20.-Beto Ayala vivió y murió con la cámara, al igual que otros fotógrafos de prensa, tan buenos como él, que ya se le adelantaron en el camino.
Desde muy joven, Beto se relacionó con los medios periodísticos, al lado de Jolly Bustos en Norte o con Alfredo Piña en El Heraldo.
Sin embargo, Beto tuvo otra visión distinta a la de sus compañeros. Creó un laboratorio y dio servicio a sus compañeros en la venta de materiales y de equipos para que relazaran su trabajo.
Creó la empresa Fotográficos Ayala y luego, sucursales para atender al público aficionado a la fotografía. Claro está, eran los tiempos de las cámaras con rollo el que tenía que procesarse en un laboratorio profesional para obtener las gráficas.
Fue amigo, muy estimado por cierto, del Gobernador Osca Ornelas que le dio la oportunidad de que prestara los servicios fotográficos que el Estado necesitaba. Ese fue el despegue de la empresa que creo e impulsó Beto.
Hombre jovial, medio mundo lo conocía no solamente por su trabajo como fotógrafo de prensa sino por su amor al deporte. Varios equipos beisboleros, fueron apoyados por Beto para que tuvieran los uniformes, los guantes y las bolas que se requerían.
Era natural, Beto fue un gran aficionado al beisbol, que posiblemente impulsó cuando, siendo fotógrafo en los periódicos, atendió los servicios en los estadios beisboleros para las páginas que formaban Joaquín González y Pepe Portillo Solís en El Heraldo y Jesús Ruiz Venzor en Norte.
Generación
Beto Ayala formó parte de aquélla generación de buenos fotógrafos que tenían los periódicos de la ciudad, la mayoría de ellos, ya se adelantaron y ahora, nuestro personaje habrá de reunirse de nuevo,
Viene a la memoria, personalidades como Chencho Villalobos, Alfredo Piña, Juan de la Torre, Alejandro Santibáñez, Carlos Carrillo, Eugenio Sotelo entre otros, que formaban parte de la redacción de El Heraldo.
Estuvo también al lado e Jolly Bustos en Norte y finalmente se dedicó en los últimos años, a la atención de su empresa.
