La Secretaría de Cultura, a través del Departamento de Culturas Étnicas y Diversidad, y en coordinación con la Asociación México – Japón de Chihuahua, llevó a cabo el Festival Obon, una celebración japonesa dedicada a honrar a los ancestros y que se realizó en distintos espacios emblemáticos de la capital.
La iniciativa tuvo el objetivo de crear un ambiente de inclusión y compartir las costumbres japonesas con la comunidad local, y en ceremonia se contó con la presencia de Edgar Moreno, jefe del Departamento, y el doctor Hirai, presidente de la Asociación México japonesa del Noreste.
Moreno enfatizó que estas acciones son una oportunidad para promover el entendimiento entre culturas, además de fortalecer los lazos entre las distintas comunidades que conviven en Chihuahua.
“La Secretaría de Cultura está comprometida con visibilizar la presencia de la diversidad lingüística y cultural del estado, tejiendo lazos entre los descendientes y las comunidades de origen y, de esta manera, generar una sociedad más plural y diversa fundamentada en el conocimiento de las raíces culturales”, puntualizó.
Por su parte, Hirai invitó a reflexionar al pueblo descendiente nikkei y a los chihuahuenses, acerca de los sucesos que se vivieron en el pasado, y agradeció a la dependencia por crear espacios que permitan el intercambio cultural.
“Agradezco a la institución por generar espacios de inclusión y que nos permitan honrar a nuestros ancestros; el realizar estas ceremonias nos invita a hacer una reflexión sobre los sucesos de Hiroshima y Nagasaki, tratar de mantener la paz para que no pase de nuevo en el futuro, y además nos recuerda con nostalgia el pasado y presente por el que atraviesan los migrantes”, comentó.
Las actividades iniciaron en la Quinta Carolina, donde se montó un Altar Kamishibai, tradición narrativa japonesa que combina cuentos con imágenes ilustrativas.
Posteriormente se llevó a cabo la Ceremonia de Obon, un ritual solemne y emotivo que permitió a las y los asistentes, conectarse con sus raíces y pensar en la importancia de la memoria ancestral.
Además, en la Cineteca Chihuahua se proyectó el documental «Yurei», filme que brindó la oportunidad de adentrarse en las creencias y leyendas que forman parte del imaginario colectivo japonés.
El cierre del Festival se realizó en la presa El Rejón con la tradicional actividad Tōrō Nagashi, un evento en el que se lanzan linternas flotantes en el agua como símbolo de guía para los espíritus de los ancestros en su regreso al otro mundo.
Este acto lleno de simbolismo, capturó la atención de las y los presentes, en una atmósfera de paz y reflexión.
En su primera edición, el Festival Obon creó un puente entre la comunidad chihuahuense y las tradiciones de Japón, además de que impulsó la introspección y el respeto por las tradiciones ancestrales.
Para conocer los eventos que organiza la Secretaría de Cultura en favor de las comunidades originarias y residentes del estado, consultar la página www.facebook.com/Identidad.Norte.