10/febrero/17.-La Orquesta Sinfónica Juvenil Chihuahua ofreció anoche en Casa Chihuahua un concierto por el día del amor y de la amistad. El grupo fue dirigido por el Mtro. Modesto Gaytán Márquez.
La audición fue compuesta por melodías que invocan el dia de San Valentin lo que resulto muy grato para el público.
La Orquesta Sinfónica Juvenil Chihuahua se integra por talentosos jóvenes estudiantes del Centro de Estudios Musicales de Chihuahua. Desde sus inicios en 1985, el Maestro Modesto Gaytán Márquez, director artístico y fundador de este proyecto, ha trabajado con numerosas generaciones de jóvenes que incursionan en el mundo de la música, contribuyendo a su desarrollo cultural, formándose con disciplina y valores desde la infancia.
En concierto denominado “Serenata de San Valentín” presentaron las piezas de “Romeo y Julieta Op. 48”, “Suite “Amor sin Barreras””, “Serenata de San Valentín”, “Danzas Cubanas” entre otras más.
El objetivo fue de que la audiencia reconozca la música clásica como vigente, pues en ocasiones el desconocimiento de la misma genera ideas anticipadas e interpretaciones erróneas sobre lo que es la música de orquesta, de tal forma que la frescura con la que los jóvenes muestran su talento para la entonación de las melodías, permite al mismo tiempo observar su avance en el estudio de la música, así como la belleza de este género que debe conservarse en el ambiente cultural de todas las generaciones.
La historia de San Valentín tiene sus orígenes en la antigüedad, donde se dedicaba un día al Dios Griego Eros, llevándole ofrendas y peticiones para encontrar pareja. Se dice también que su origen se remonta a la época del Imperio Romano. El gobernador de aquel entonces era Claudio II, quien había decidido prohibir los matrimonios para los soldados jóvenes. Valentín, un prestigioso sacerdote de Roma, triste por la decisión del Emperador y manteniendo su esperanza y credo en el amor verdadero, decidió celebrar matrimonios en forma clandestina entre los jóvenes. Cuando el emperador de Roma se enteró de esta práctica, ordenó detenerlo, y llevarlo ante él. El Sacerdote Valentín, al ser llevado ante el Emperador, pregonó su fe en el amor, pero no consiguió más que ser encarcelado y procesado.
