Ciudad de México, 5 enero (SinEmbargo).- “Murió el enorme Manuel Ahumada, uno de los moneros más talentosos de México. Aquí, su Marilyn inmaculada”, escribió el escritor Yuri Herrera en su cuenta de Facebook. “Antonio Tabucchi, Sostiene Pereira.
Oficio periodístico. Editar la nota necrológica de un compañero. Esmero mayor. Arropamiento. Cerrar filas. Abrazarnos todos. Periodismo, trabajo de equipo noble”, expresó en la misma red social el director de cultura de La Jornada, Pablo Espinosa.
Daniel Camacho, famoso monero del periódico Reforma, alcanzó a esbozar un triste “Falleció Manuel Ahumada” y publicar la “Marilyn inmaculada” en su muro.
Sólo algunas de las muchas expresiones de dolor que surgieron honda y espontáneamente en las redes sociales para anunciar y lamentar la muerte de Manuel Ahumada, admirado monero mexicano, colaborador insigne de La Jornada, quien perdió la vida a los 57 años, a causa de un paro cardiorrespiratorio acaecido en su hogar.
Nacido el el 27 de enero de 1956 en la ciudad de México, era periodista, pintor y monero, autor de la historieta La vida en el limbo, de la que su amigo, el reportero Carlos Paul, supo decir que el protagonista, un ser sin rostro, de gabardina y sombrero, ”explora, experimenta y se aventura por los tiernos o a veces inhóspitos laberintos de la vida”.
en 1982 del Gran Prix del Salón Internacional de la Caricatura de Montreal, Canadá, su primera novela gráfica se publicó en 2010 con el título Las historias que yo viví. “Con Ahumada se van los sueños que algún día volaban al abrir las páginas de los periódicos.
Los diarios fallecen de aburrimiento estólido”, dice el escritor y periodista Juan Pablo Proal, un representante de las nuevas generaciones del oficio que han aprendido a admirar la obra del monero fallecido.
Colaborador en sus inicios del suplemento “Másomenos” del diario Unomásuno, integrante del staff de La Jornada y del suplemento de esta última, “Histerietas”, sus inquietudes lo llevaron a trabajar con el cantautor Jaime López, con quien en mayo del 2012 presentó la novela-cómic
El cara de memorándum y otras historias, en la feria del libro de Minería.
El trabajo fue editado por Resistencia, la casa comandada por Josefina Larragoiti y es fruto del encuentro hace 30 años de dos artistas tan personales como inconmensurables.
Mientras uno componía canciones, el otro creaba imágenes y así nació El cara de memorándum.
”Pocos como Manuel Ahumada han logrado dibujar el silencio, con talento y poca tinta, diciendo tanto sin escribir nada”, dijo en 2004 su amigo Luis Mirelles, en ocasión de presentarse en el Foro Shakespeare su carpeta de dibujos Mirada hacia abajo.
Ahumada solía decir: “Como no puedo ser ángel o astronauta, los dibujo”. Y así fue.