Un repertorio íntimo, delicado y virtuoso presentó la Orquesta de Cámara de Israel, bajo la dirección de su director principal Yoav Talmi, en el segundo programa que presentó en la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes la tarde del 26 de agosto, en el marco del ciclo “Eventos Internacionales 2012”, organizado por el INBA/Conaculta.
La Orquesta, que para esta presentación vino con 34 músicos, mostró una interpretación excelente en la ejecución de obras de Christoph Willibald Gluck, Felix Mendelssohn, Giacomo Puccini y Wolfgang Amadeus Mozart.
El recital comenzó con tres fragmentos de la ópera Orfeo y Eurídice, la más famosa y popular de Gluck: la virtuosa pieza Overture-allegro; Dance of the Blessed Spirits, en la que sobresalieron las notas emitidas por la flauta, misma que cuenta la historia de Orfeo que desciende al bajo mundo a encontrarse y rescatar a su esposa muerta Eurídice, y Dance of the Furies, que presentó gran fuerza e intensidad, destacando los violines, y que derivó en la primera ovación del público presente en el recinto.
Acto seguido, Alon Goldstein, pianista invitado del recital, llegó al escenario para tocar con la Orquesta tres movimientos del Concierto para piano núm. 1 en sol menor de Mendelssohn: Molto allegro con fuoco, Andante y Presto, con las que el músico israelí, uno de los jóvenes más respetados en la escena internacional, mostró su destreza técnica e inteligencia musical.
Goldstein, que ha tocado con las orquestas sinfónicas de Filadelfia, San Francisco, Houston, Baltimore, Vancouver y St. Louis, agradeció al público sus aplausos al término de su participación, así como su “afectuosa bienvenida”.
Tras el intermedio, la Orquesta fundada en 1965 interpretó de Puccini-Talmi Los crisantemos, a la cual Talmi, pianista conocido por ser el compositor de Tzahal March (la marcha oficial de la armada israelí desde 1963), le hizo un arreglo que consistió en alargar la obra del italiano y adaptar la composición de cuarteto de cuerdas a una orquesta.
Después, la música del compositor austriaco Wolfgang A. Mozart invadiría al recinto de mármol con los cuatro movimientos de su Sinfonía núm. 40 en sol menor: Molto allegro, Andante, Menuetto-Allegreto y Allegro assai. Al finalizar estallaron las ovaciones para la orquesta y su director invitado, las cuales se prolongaron durante un par de minutos.
Para finalizar la tarde de un repertorio de música clásica y romántica, fuera del programa, la Orquesta de Cámara de Israel interpretó la pieza Saltarello-Presto de la Sinfonía núm. 4, Italiana de Mendelssohn, para de nueva cuenta recibir una ovación que dio por terminado el concierto.