31/julio/15.-Lillián Viveros pone voz y cuerpo a una Juana que rebusca entre el recuerdo y la desesperación para entender una vida impuesta por las necesidades de un Estado. El grito desgarrador de quien sobrevivió a los que tejieron su locura.
Casa Chihuahua fue testigo la noche de ayer de una obra que mezcla el amor y desamor, ternura, crudeza, dolor y pasión. Con la participación musical del Terceto Lontano, conformado por Mario Chacón, Georgina Arriola y Alan Sánchez.
Bajo la dirección escénica de Georgina Ayub , coordina un grupo independiente de profesionistas en las artes escénicas, que cuenta en sus filas con elementos de diferentes áreas técnicas y profesionales, cuya misión es crear espectáculos de alta calidad accesibles para todo el público y en los cuales todos los elementos de producción converjan en un concepto uniforme que los ayude a contar una historia.
Ya sea en teatro, conciertos, lecturas dramatizadas o cualquier evento que realicen, siempre ponen la calidad antes que todo.
“Juana la loca, la reina que no quiso reinar”, texto original de Jesús Carazo, es el imaginado y emocionante testimonio de Juana I de Castilla, más conocida como Juana la loca. Hija de los Reyes Católicos, fue casada de adolescente contra su voluntad y después encerrada durante 46 años por la única locura de ser mujer antes que reina y defender el amor por encima del poder.
La acción se desarrolla en una de las noches de esos 46 años de reclusión, en el convento donde yacía su esposo Felipe el Hermoso, próximo a la torre de Tordesillas en la que ella había sido aislada, y donde cuentan las crónicas que sus carceleros le permitían deambular.