29/marzo/13.-Ante la presencia de cientos de indígenas tarahumas se revivió en Asentamiento Oasis , los actos litúrgicos de la semana mayor que han de culminar el próximo domingo.
La ceremonia presento algunos problemas principalmente con el dirigente del grupo de danzantes que se molesto con sus compañeros y decidió ya no participar.
En el asentamiento tarahumara Oasis, desde el pasado viernes los tambores no han dejado de escucharse; ayer jueves las danzas se hicieron más vistosas. Niños, jóvenes y adultos se levantaron temprano para prepararse para las danzas.
El Jueves Santo, se reúnen temprano en el patio principal del asentamiento, donde los pintos, haciendo honor a su nombre, dibujan en todo el cuerpo manchas blancas con piedra de cal disuelta en agua, que secan al sol en espera de la señal para salir a bailar.
Para después ir a la iglesia donde un sacerdote hace a unos cuantos el lavado de los pies, tal como lo hiciera Jesús en aquella en Tierra Santa.
En el patio principal del asentamiento, que está al suroeste de la capital, la danza es el espectáculo que a su alrededor se sientan a ver el resto de los hombres y mujeres tarahumaras del lugar y uno que otro mestizo que se acerca para presenciar la celebración en la que no puede faltar el tesgüino, que es una bebida de maíz fermentado.
Según los tarahumaras, su danza la combinan también con las tradiciones católicas, y dentro de sus actividades esta el honrar a Dios dentro del templo de San José de los Tarahumaras, que tienen ahí mismo en el asentamiento.