Viejas Calles… y Algo más…

Recopilación de las notas más relevantes del Periódico Impreso Tercera Edad que circuló por mas de 20 años

 

Aquella radio y otras cosas…

Viejas Calles… y Algo más…

Por Benjamín Tena Antillón

 

Periódico Tercera Edad del año 2001

Chihuahua, nuestra hermosa Señora del desierto está cruzada por cientos, muchos cientos de calles, angostas, anchas, retorcidas o rectas… y entre todas esas muchísimas calles hay algunas llenas de historia, de recuerdos, de imágenes que se quedaron prendidas desde un lejano pasado y que se asoman de pronto en el instante de la evocación.

¿ Las más antiguas…?supongo que en Centro son, la Calle Libertad que se llamó hace unos cien años Calle Real, la Aldama tuvo por nombre Calle de las Animas, la Victoria era conocida en viejos tiempos como Calle de la Moneda y la Independencia fue la Calle del Comercio.

Hace 40 años o un poco más, caminar por la calle Libertad era pasar por las tiendas más populares; de la Ocampo rumbo a la Vicente Guerrero estaban por ejemplo la Casa Gardea atendida por el simpático y bonachón don Venancio G. Gardea que ofrecía lo mejor y lo más bonito en sillas de montar, preciosamente elaboradas con finos grabados teniendo además el mejor surtido en artículos de piel. Enfrente la sombraría de don Gonzalo Gutiérrez con lo mejor en sombreros y cachuchas. La Feria de Don Jesús Legarreta con bonita ropa y bajos precios y pegadita estaba la Francia Marítima con lo muy elegante para damas y caballeros. Más adelante, París México, lo más novedoso para el caballero elegante, luego seguía el recordado Hotel Hilton que fue sin duda el de postín en nuestra ciudad.

Siguiendo por la misma libertad, La Casa Mexicana de Música de Don Federico Ramos con las novedades en discos y lo mejor en instrumentos musicales. La Mueblería Norwald. La Mercería Aquí Es. la zapatería La Valenciana de Don Alberto Talamás, quizá la de marcas más exclusivas para una clientela de más pesos. Otra muy popular zapatería fue la Tolteca. La Joya, prestigiada joyería que tenía su competencia en el Centro Joyero y la Casa Madrid.

Otra mercería muy popular fue La Sirena que aún existe, pero en otra dirección; no podemos olvidar tampoco el servicio y las ricas flautas y el delicioso tepache con don Chinto Mora establecido en aquellos viejos tiempos donde ahora están situados los negocios de Sears y Woolworth. Ahí también estaban la famosa Ferretería Hernández e Hijos.

Desde luego que en aquella Libertad de antaño hubo otras tiendas más y muchos hombres y mujeres que ponían su empeño diario al servicio de los habitantes de nuestra Ciudad, no ha sido posible recordarlos a todos.

Hablar de la Calle Libertad de los lejanos años cuarentas nos lleva también a evocar nuestra vieja calle que cada noche era el punto de reunión de la juventud, pero una juventud limpia, sin drogas, sin alcohol, sin vicios, una juventud que iba a la “Liber” a gozar las noches primaverales y veraniegas para caminar saludando ellos, a las chicas y estas a los galanes y logrando quizá conquistar un bello noviazgo, o sencillamente se iba a disfrutar de un par de horas, de 8 a 10 de la noche, oyendo música, tomando un refresco, nieve o tepache y flautas.

Así era la vieja Libertad

Seguiremos después con otras calles, por ahora mis deseos son para ustedes. Que Sean Felices.