Con cadenas subieron la imagen del Sagrado Corazón de Jesús

Recopilación de las notas más relevantes del Periódico Impreso Tercera Edad que circuló por mas de 20 años

 

Con cadenas subieron la imagen del Sagrado Corazón de Jesús

Por: Héctor Manuel Prieto Zaragoza

Periódico Tercera Edad del año 2004

 

En la historia de los pueblos, entre sus habitantes surgen hombres o mujeres, que sobresalen de los demás y dejan una huella o un recuerdo en el transcurso de la vida. Se distinguen en las diversas actividades propias de una sociedad, por sus cualidades personales, en lo religioso, en la política, en los deportes, en la música, en su modo de pensar o en el desempeño de su trabajo, y en la historia de un pueblo minero como Avalos no sería la excepción.

A principios del año 1948 ingrese a las filas de los trabajadores de la Asarco, recién salido de la escuela Primaria para laborar en el turno de 8 a 5 diurno en el departamento de la construcción, era jefe del departamento el señor Don Domingo Andreani, de origen italiano, un hombre que conocía lo que era la construcción, eran los tiempos en que todo el trabajo se hacía, con serenidad fuerza e inteligencia, basados en la ley de la palanca y el rodillo.

No existían las grúas actuales, que ejecutan los trabajos más difíciles y con tanta facilidad para levantar o colocar piezas suspendidas en el aire mientras las colocan en su lugar correspondiente, pues bien este señor tenía una cuadrilla de trabajadores bien entrenados y que desafiaban la ley de la gravedad y dirigidos por él enseñándoles sus conocimientos para calcular el peso el riesgo de las diferentes piezas para asentar las columnas de un edificio, por medio de maniobras, nudo con cables de manila llevaban a cabo sus labores. De aquellos hombres que trabajaron bajo las ordenes de don Domingo Andreani, sobresalió de los demás hubo muchos pero quiero referirme a uno en especial al señor Jesús Salgado C.

Años después regresé al Departamento de la Construcción como ayudante de planta ya no trabajaba el señor Andreani, ya se había retirado, y quedó al frente como jefe, el señor Salgado aparte del jefe o mayordomo, estaba como jefe un ingeniero que supervisaba con los planos y        sus conocimientos, los trabajos que se efectuaban, en ese entonces era el jefe el ingeniero Eduardo Uranga y pertenecía a los Caballeros de Colón, y asistía al templo del Sagrado Corazón.

Un día   de 1954 o 1955 en tiempo de calor habló con Salgado sobre un trabajo para colocar una imagen del Sagrado Corazón en su pedestal en la fachada del templo por la 20 de Noviembre. Se pusieron de acuerdo y el compañero Salgado me invito como su ayudante. Llegamos al templo y en la puerta principal en el piso de la escalinata estaba la imagen del Sagrado Corazón imponente con los brazos extendidos, con su rostro de amor me quede impresionado, Salgado la observó, dio vuelta alrededor de la imagen y me pregunto tal vez para tantearme o para afirmar sus cálculos en cuanto al peso de la enorme pieza de bronce. “Compita” cuantos kilos le calcula yo le conteste que unos 600 kilos, y me dijo no anda muy errado más o menos pesa unos 450 kilos no llega a la media tonelada.

Nos subimos a la torre para calcular la altura, del pedestal donde se asentaría y además la herramienta y material necesarios para ejecutar el trabajo, cuando bajamos estaba el ingeniero Uranga, el Ingeniero Manuel O’Reilly y el director espiritual de la Orden de los Jesuítas el Padre Manuel Sánchez Aldana.

El padre Sánchez Aldana no confiaba en Salgado, dudaba de su capacidad para tan importante obra. Se dirigió el ingeniero Uranga a Salgado ¡como la vez Jesús! ¿Puedes con el trabajo? si no tenga miedo todo va salir bien le contestó.

Al día siguiente le presento Salgado un lista de herramienta y material que era necesario, una garrucha de cadena con capacidad para 3 toneladas, una garrucha triple de cable de manila ½  pulgada, 3 cadenas de ½  pulgada de candado en el gancho y una pieza o trozo de riel de 2 metros y medio para usarlo como pluma en la parte superior de una de las ventas de la torre. Dos días después en el camión de la Asarco que era el chofer el “Perico” Cayetano Domínguez, Jesús Salgado y el que escribe nos trasladamos a Chihuahua y colocamos la garrucha de manila se colgó la garrucha de cadena y listos para efectuar la maniobra, y ‘aquí viene lo más delicado del trabajo como sujetar la pieza de bronce hueca y de un espesor de 3/4 de pulgada para no presionarla y se fuera a romper o desmoronarse al elevarla hacia su pedestal. Y aquí Salgado puso en práctica sus conocimientos con unas de las cadenas de eslabón de I/2 pulgada la sujeto de la base siguiendo la cadena hacia el frente para darle vuelta por debajo de los brazos abrazando la espalda y nuevamente al frente de la imagen ahí colocó el gancho de la garrucha de cadena. Además sujetó con unos de los cables de manila la base para irla retirando de la fachada para que no rozara en las paredes del templo esa tarde se paró el tráfico en la Avenida Ocampo y en la Avenida 20 de Noviembre con la ayuda de voluntarios jalando el cable mientras la imagen subía poco a poco según las señas de Salgado que dirigía la maniobra.

Los siguientes datos corresponden al Pbro. Valente Herrera del Templo del Sagrado Corazón.

La imagen del Sagrado Corazón de Jesús admirable obra de arte mide 3 metros y se debe al talento artístico del señor Juan Olaguibel escultor de bien cimentada fama, se vacío en la fundición artística de la capital de la república y fue donada por el señor licenciado Luis Laguette Terrazas (q.e.p.d.) Bendijo la imagen Monseñor Francisco Espino Porras obispo auxiliar de Farbeto.

Por eso escribía al principio de este articulo esos hombres dejan una huella un recuerdo por sus obras. Salgado dirigió las maniobras para colocar la campana mayor en la torre del templo de San José Obrero en Avalos, levantó los dos tanques elevados para depósito de agua potable uno al lado de lo que fue la comisaría el otro en el interior de la planta cerca de lo que fue el edificio de Tostadores, la construcción del Mercado de Avalos con sus columnas sus cabrillas sus polines todo remachado.

Entre los compañeros de esa época recuerdo a Domingo López, don Pedro Barrio, Eduardo Cano, Rubén Ortega, Luis Delgadillo, Alfredo “el güero Cano”, José “El Chepe Chávez”, el muchos nombres Jorge Germán Carlos Aguirre.

Bueno tantos ratos felices y recuerdos imborrables de mi paso por la Fundición de Avalos.