27/septiembre.-Las etnias indígenas de Chihuahua, Guerrero, Jalisco y Colombia que participaron en el evento“Omáwari” llamaron a la lluvia a través de danzas y rituales. Momentos después, una ligera llovizna cayó sobre el escenario de la Plaza Mayor. Esta tarde se llevó a cabo una muestra de unión cultural en donde grupos indígenas procedentes de diversas latitudes, se reunieron con la finalidad de establecer una comunión étnica y enviar un mensaje de paz en el marco del 8º Festival Internacional Chihuahua.
Cientos de Chihuahuenses se reunieron en este recinto a fin de presenciar este intercambio cultural entre algunos de los pueblos indígenas más representativos de México y de Colombia que en esta edición del FICH se reunieron para emitir un mensaje en común que fue la preservación ambiental. Logrando fascinar al público con sus danzas y otras interpretaciones artísticas.
El Omáwari enmarcó una serie de manifestaciones culturales que enaltecen las tradiciones más representativas de las comunidades indígenas que participaron en este encuentro de naciones hermanas, entre ellas por su puesto, las etnias que habitan en territorio chihuahuense como los tarahumaras y pintos, oriundos de las comunidades de Sehuerachi, Tajirachi y Norogachi del municipio de Guachochi.
El público observó con mucho interés la “Danza del Pinto”, baile realizado por la comunidad rarámuri en la tradición católica para festejar la Semana Santa y el inicio del ciclo avícola. Al concluir esta presentación comenzó a caer una ligera lloviznadel cielo de Chihuahua.
Los asistentes a la Plaza Mayor disfrutaron con la presentación de Antonio Camilo Bautista Járiz, quien ejecutó el “chapareke” (instrumento elaborado a partir de un quiote de maguey curvo y cuerdas metálicas.) Al igual que Guadalupe Estrada Cancio, únicos rarámuris que preservan esta tradición
Asimismo los chihuahuenses tuvieron la oportunidad de conocer la cultura indígena de otros estados de la república a través de los “nahuas” de Guerrero, quienes mostraron su “Danza de losPaixtles” que se lleva a cabo en temporadas navideñas, el atuendo de los bailarines está elaborado con el mismo material que se coloca en el pesebre del niño Jesús.
Por su parte los indígenas náhuatl de Tuxpan Jalisco realizaron la danza del “Tecuani Viejo” tradicional del mes de septiembre para venerar a San Miguel Arcángel a modo de agradecimiento por la buena cosecha.
Los grupos étnicos originarios de Colombia también mostraron lo mejor de su cultura, el grupo folclórico: La Tierra, de Mocoa Putumayo ejecutó tres danzas dirigidas a los Dioses entre ellas: “Carnaval Indígena”, “La toma del Yagé” y La Danza del Churumbelo”.
Por su parte el grupo:Vientos del Agua, de Misak Guambia, ejecutó la danza “Espiral de la Vida”, que trata sobre el ciclo de la vida, de enrollar y desenrollar el tiempo.