12/mayo/15.-Hace unos días se presentó el violonchelista Carlos Prieto en el Teatro de los Héroes donde ofreció un concierto que incluyó majestuosas obras de Shostakovich, Mozart y Beethoven, acompañado de la Orquesta Filarmónica del Estado de Chihuahua bajo la dirección del maestro Armando Pesqueira.
El Mtro Carlos Prieto es uno de pocos músicos y coleccionistas del mundo que goza el privilegió de tener Stradivarius llamado Piatti por Carlo Alfredo Piatti, y que el propio intérprete apoda afectuosamente “Chelo Prieto”.
Un Stradivarius son muy valorados por los intérpretes más importantes del mundo y por los coleccionistas de antigüedades.
Antonio Stradivari construyó entre 70 y 80 violonchelos en su vida, y se conservan 63 de ellos.
El Mtro. Carlos Prieto escribió el libro llamado “Las aventuras de un violonchelo”, habla de la historia de la laudería, de la historia particular del Piatti y de las aventuras que han vivido juntos su actual acompañante y él.
El Piatti, violonchelo fabricado en Cremona, Italia en el año 1720 por Antonio Stradivarius. El maestro Prieto recrea espléndidamente 280 años de vida del Piatti.
Días antes del concierto presentó un libro “Dimitri Shostakóvich, genio y drama” en el Teatro de Cámara y ahí mencionó que su violonchelo viaja con él como un pasajero más. «En Estados Unidos su boleto de avión se registra con el nombre de miss Chelo Prieto, aquí en México es la señorita Chelo Prieto”.
Uno de los dueños del Piatti fue Francesco Mendelssohn quien vivió una aventura muy singular: el sobrino del famoso compositor Félix Mendelssohn, vivía en Alemania. Durante la segunda guerra mundial él deseaba sacar al Piatti de allí, pero los alemanes no permitían la salida de objetos antiguos. Mendelhsson ideó la forma de sacarlo.
Compró una bicicleta y un chelo maltratado, el más feo y barato que encontró, lo envolvió en una lona y se dispuso a pasar la frontera rumbo a Suiza. Los policías al ver un hombre con un violonchelo a la espalda, lo detuvieron y examinaron. Repitió la hazaña varias veces y las primeras ocasiones lo inspeccionaban, pero al ver que se trataba de un instrumento sin valor se cansaron de revisar, después sólo lo saludaban. Hasta que un día ese instrumento sin valor fue sustituido por el Piatti y así salió de Alemania.
“El violonchelo rojo” llamado así en su paso por Inglaterra e Irlanda o “El Piatti” por que perteneció al chelista Alfredo Piatti, y por su actual dueño, ahora se le conoce como “Chelo Prieto”. El Piatti, qué coincidencia tan musical pues “piatti” en italiano significa bemoles, y si que ha tenido bemoles la historia de este instrumento. Viajando por la India, Estados Unidos, Europa, Rusia, Latinoamérica.